- PON(TE) LÍMITES - María Masanet, Gabinete Psicoaltet



El trabajo con los límites es un aspecto que siempre me ha fascinado en psicología. Quizá porque personalmente también fue algo que me tocó aprender en terapia hace ya unos años,  quizá porque es la causa de multitud de consultas en mi gabinete,... Seguramente por ambas cosas.

Desde mi profesión de educadora hace ya tiempo, y ahora desde mi rol de madre, parece que en temas de educación está muy claro “los niños necesitan límites”, “ponle límites a tus hijos…” Sin embargo, en cuanto a nosotros mismos, el tema no está tan claro…

y tú, ¿te pones límites? ¿pones límites a los demás?

Existe en muchas personas la dificultad para poner límites a lo que no quieren/desean hacer. Dificultad para gastar un dinero que no querías gastar, dificultad para decir a un amigo que “no” cuando te pide algo que no quieres hacer, dificultad para seguir una alimentación saludable o para dejar de obsesionarte con ciertos pensamientos…
Todo esto son límites. Frecuentemente creemos que hemos de ponérselos a nuestros hijos, pero no reflexionamos sobre la importancia de saber ponérnoslos, y ponérselos al resto de personas con las que nos relacionamos.

¿Por qué es tan importante aprender a poner(te) límites?

En primer lugar, porque si no eres capaz de ponerte límites, no serás capaz de controlar tu comportamiento. Vas a ser esclavo de tus emociones (ansiedad, tristeza, euforia, estrés)… y ellas guiarán tu comportamiento (si estoy triste me doy un atracón de chocolate, si estoy eufórico porque acabo de cobrar me gasto el dinero el mismo día, si mi casa no está perfecta me estreso y me pongo de mal humor….) Es importante aprender a CONTROLAR TU COMPORTAMIENTO, guiarlo hacia donde tú quieres.

En segundo lugar, porque cada día más personas acuden a terapia agotadas, tristes, ansiosas, desencantadas… porque no han sabido posicionarse ante un familiar, ante su pareja o amigos, y se sienten utilizados, poco respetados o anulados

Aparecen dificultades en la autoestima, inseguridad, dificultad a la hora de tomar decisiones o resolver un problema (relaciones de pareja disfuncionales, conflicto con un familiar, amistades tóxicas, adicciones, problemas económicos, ansiedad, estrés, depresión, dependencia emocional...). Al fin y al cabo, hacer aquello que no quieres, sólo por agradar o no molestar al otro, o porque el otro no se vaya, genera consecuencias negativas en tí antes o después.


¿Por qué no eres capaz de poner límites?

Primero, porque existen ciertas creencias disfuncionales que seguramente has recibido a través de tu educación “tienes que ser buena persona”, “ser egoísta es malo”, “hay que compartir”,”a tus padres no puedes decirles eso o no eres un buen hijo”, “una buena esposa lo da todo por su marido”…. Todos estos mensajes llevan implícita la creencia de que “poner límites no es lo adecuado”

Segundo, por evitar el conflicto (miedo al conflicto). En muchas ocasiones tenemos la falsa creencia de que poner límites va a hacer que el otro se disguste conmigo, y que nuestra relación cambie. “si le digo que no, le perderé” (en muchos casos sucede así, pero has de valorar si quieres relacionarte con personas con las cuales no puedas posicionarte y decir No a aquello que no quieres consentir)
En relaciones de pareja, por ejemplo, existe la falsa creencia de que diciendo que SÍ a todo, la otra persona se enamorará más de tí y se quedará a tu lado “si le quieres, has de complacerle en todo”

Tercero, el sentimiento de culpa. Sentirte culpable implica sentir que “he quebrantado una de mis reglas de comportamiento”. 
Por ejemplo, si has puesto un límite y te sientes culpable, seguramente es porque estás pensando “no debería haberle dicho que no, se va a enfadar conmigo”, “total, no me habría costado tanto”,”seguro que le he perdido”, "poner límites es ser egoísta y mala persona"…. 
El sentimiento de culpa en algunas personas es tan intenso, que prefieren no poner límites, antes de volver a sentir esa culpa.

Existe un miedo (frecuente e innato) en las personas a quedarnos solos. Los seres humanos somos seres relacionales, necesitamos sentir la pertenencia a grupos. Muchas personas sienten que para estar en esos grupos, han de olvidarse de cuales son sus necesidades, y simplemente anteponen las necesidades de los demás (del grupo) por encima de las suyas.


Y en cuanto a ponerte límites a tí mismo, a la dificultad para controlar ciertos impulsos o pensamientos (compras compulsivas, adicción al trabajo, nuevas tecnologías, obsesión por la limpieza o rigidez de pensamientos), el quid de la cuestión se haya en que:

-          No quieres ponerte límites (la ansiedad de ponerte ese límite es tan elevada (o la imaginas tan elevada), que piensas que no vas a poder hacerlo “no soy capaz”, o lo justificas con el típico “me lo merezco”, “por una vez no pasa nada”, "todo el mundo tiene algún vicio", "no puedo trabajar menos, es lo que me ha tocado"...

-          No sabes cómo hacerlo. Hay muchísimas personas que no cambian ese mal hábito porque no saben como hacerlo. En ese momento, el psicólogo puede darte pautas para trabajar sobre ese mal hábito, por ejemplo:
o   Aprender a identificar y anular tus auto-justificaciones “me lo merezco”, “de algo hay que morir”, “por una vez no pasa nada”, “no puedo cambiar estos pensamientos, las personas no cambiamos, soy así”
o   Poner todo tu esfuerzo en salir de ahí. El cambio requiere esfuerzo y constancia. Por si mismo, el cambio no se genera. Nuestra tendencia es a quedarnos en nuestra zona de confort.



Si necesitas más orientación sobre este u otros temas que estén mermando tu salud física y emocional, puedes ponerte en contacto conmigo y concertar una visita gratuita, donde te oriente del tratamiento más idóneo para tí,


Mª Asunción Masanet 
Psicóloga - Terapeuta Gestalt - Ncol. CV08699 
Gabinete PsicoAltet - www.psicoaltet.com
El Altet (Alicante)