¿Cuántas veces hemos tenido este
pensamiento, o se lo hemos oído decir a alguien? Seguramente, muchas! Cuanto
más leo y me informo sobre este tema, más me hago esta pregunta ¿existe una
receta para alcanzar ese bienestar emocional? … artículos y blogs sobre
psicología positiva, frases motivadoras, libros de autoayuda…, yo misma he ido moviéndome
por diferentes estrategias para alcanzarlo. Algunas de las
estrategias que he usado, me han servido para pasar temporadas muy buenas, muy
estable y con una sensación de bienestar fabulosa. Otras, sin embargo, sólo me
han producido sensaciones muy limitadas en el tiempo y que han acabado en el
más absoluto de los vacíos…
Si has reflexionado en algún
momento sobre este asunto, seguramente reconocerás algunas de las estrategias
que a tí te funcionan para sentirte agusto y feliz. Partiendo de mi experiencia
profesional y personal, te comento algunas pautas que sé que funcionan para
vivir en el bienestar:
- Vivir en
el presente, aquí y ahora. El presente es lo único que existe. Vivir
anclado en el pasado o proyectarnos al futuro no nos permite disfrutar y sentir
el momento presente, sino que pueden generar en nosotros síntomas como son ansiedad (futuro) o depresión (pasado), entre otros.
- Adaptarte
al cambio. Aprender a ser flexible a los cambios, vivirlos como
oportunidades, no cerrarte a lo nuevo… te ayudará a aumentar la seguridad en ti
mism@ y vivir con menos estrés.
Rodearte
de personas que te hagan sentir bien, que te aporten. Tomar distancia física y/o emocional de personas tóxicas, en la
medida de lo posible.
- Plantearte
metas, objetivos. Actividades gratificantes. Pueden ser pequeños objetivos
a lograr a diario, como levantarte diez minutos antes para ir más relajado por
la mañana, o ir a darte un masaje la próxima semana, otros más a largo plazo
como plantearte un nuevo proyecto laboral o planificar un viaje.
- Mantener un estilo
de vida saludable. Una buena alimentación y algo de actividad física.
- Pensar de
una forma racional, evitando pensamientos rígidos, juicios, desconfianza, la autoexigencia y la
exigencia con los demás.
- Aprender
a vivir la incertidumbre. La vida es cambiante e incierta. Créete capaz de
afrontar aquello que venga, sin necesidad de preocuparte por lo que no ha
ocurrido.
- Hacer algún tipo de actividad relajante. Relajación, meditación, un paseo tranquilo… Te
ayudará a reducir el estrés, ver las cosas con mayor claridad y tomar mejores
decisiones (fomenta la creatividad).
- Aprender a gestionar
las emociones. Todos experimentamos emociones que nos desagradan (tristeza,
enfado, frustración…), pero son parte de la vida y están presentes. No se trata
de no sentirlas, evitarlas o negarlas. Aprende a gestionarlas y no quedarte
enquistado en ellas.
- Ser
empático y tolerante. Esfuérzate por comprender al otro, por saber ponerte
en su lugar, por respetar su forma de ver las cosas.
- Aprender
a organizar el tiempo. Dedicaré una entrada a este tema tan importante, puesto que la
deficiente organización del tiempo es gran generadora de frustración y
estrés.
- Deja de
quejarte. La queja nos limita, no nos ayuda a ver las opciones. Céntrate en
lo que no te gusta e intenta cambiarlo.
- No te
consideres omnipotente. Hay cosas que no puedes controlar, no dependen de
ti. Acéptalo. Además, aprende a pedir ayuda. Todos la necesitamos en algún
momento, no es signo de debilidad.
María Asunción Masanet
Psicóloga CV08699
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