¡¡Quiero sentirme bien!! - María Masanet, Gabinete PsicoAltet




¿Cuántas veces hemos tenido este pensamiento, o se lo hemos oído decir a alguien? Seguramente, muchas! Cuanto más leo y me informo sobre este tema, más me hago esta pregunta ¿existe una receta para alcanzar ese bienestar emocional? … artículos y blogs sobre psicología positiva, frases motivadoras, libros de autoayuda…, yo misma he ido moviéndome por diferentes estrategias para alcanzarlo. Algunas de las estrategias que he usado, me han servido para pasar temporadas muy buenas, muy estable y con una sensación de bienestar fabulosa. Otras, sin embargo, sólo me han producido sensaciones muy limitadas en el tiempo y que han acabado en el más absoluto de los vacíos…


Si has reflexionado en algún momento sobre este asunto, seguramente reconocerás algunas de las estrategias que a tí te funcionan para sentirte agusto y feliz. Partiendo de mi experiencia profesional y personal, te comento algunas pautas que sé que funcionan para vivir en el bienestar: 


-   Vivir en el presente, aquí y ahora. El presente es lo único que existe. Vivir anclado en el pasado o proyectarnos al futuro no nos permite disfrutar y sentir el momento presente, sino que pueden generar en nosotros síntomas como son ansiedad (futuro) o depresión (pasado), entre otros.

-    Adaptarte al cambio. Aprender a ser flexible a los cambios, vivirlos como oportunidades, no cerrarte a lo nuevo… te ayudará a aumentar la seguridad en ti mism@ y vivir con menos estrés.
Rodearte de personas que te hagan sentir bien, que te aporten. Tomar distancia física y/o emocional de personas tóxicas, en la medida de lo posible.
-   Plantearte metas, objetivos. Actividades gratificantes. Pueden ser pequeños objetivos a lograr a diario, como levantarte diez minutos antes para ir más relajado por la mañana, o ir a darte un masaje la próxima semana, otros más a largo plazo como plantearte un nuevo proyecto laboral o planificar un viaje.

-    Mantener un estilo de vida saludable. Una buena alimentación y algo de actividad física.

-    Pensar de una forma racional, evitando pensamientos rígidos, juicios, desconfianza, la autoexigencia y la exigencia con los demás.

-     Aprender a vivir la incertidumbre. La vida es cambiante e incierta. Créete capaz de afrontar aquello que venga, sin necesidad de preocuparte por lo que no ha ocurrido.

-     Hacer algún tipo de actividad relajante. Relajación, meditación, un paseo tranquilo… Te ayudará a reducir el estrés, ver las cosas con mayor claridad y tomar mejores decisiones (fomenta la creatividad).

-  Aprender a gestionar las emociones. Todos experimentamos emociones que nos desagradan (tristeza, enfado, frustración…), pero son parte de la vida y están presentes. No se trata de no sentirlas, evitarlas o negarlas. Aprende a gestionarlas y no quedarte enquistado en ellas.

-    Ser empático y tolerante. Esfuérzate por comprender al otro, por saber ponerte en su lugar, por respetar su forma de ver las cosas.

-    Aprender a organizar el tiempo. Dedicaré una entrada a este tema tan importante, puesto que la deficiente organización del tiempo es  gran generadora de frustración y estrés.

-    Deja de quejarte. La queja nos limita, no nos ayuda a ver las opciones. Céntrate en lo que no te gusta e intenta cambiarlo.

-    No te consideres omnipotente. Hay cosas que no puedes controlar, no dependen de ti. Acéptalo. Además, aprende a pedir ayuda. Todos la necesitamos en algún momento, no es signo de debilidad.


María Asunción Masanet
Psicóloga CV08699
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